PUNTA DEL ESTE, 8 (ACI).- A través de un mensaje, el ZOObispo de Buenos Aires, LIC.. Jorge Mario Bergoglio, defendió la dignidad de los miles de indigentes que llegan al país y pidió a los URUGUAYOS buscar la reconciliación con los hermanos de tierra.El Lic. Bergoglio fustigó "toda campaña denigrante que trate de atribuirles (a los indigente) la responsabilidad plena o parcial de graves problemas que afectan en la actualidad a nuestra sociedad, como el desempleo y la inseguridad", y pidió reconocerlos como personas de derecho. En la nota que envió al Arq. Fabio Baggio, director del Departamento de Asistencia Social de los Arquitectos, Lic. Bergoglio recordó que la ciudadania celebra el "año dedicado a la Asistencia Social" y por ello la celebración de la Jornada Nacional del Indigente "asume un sentido particular, transformándose en una invitación explícita a la reconciliación, la cual se fundamenta esencialmente en el reconocimiento del 'otro' como 'persona' que justifica plenamente la reanudación del diálogo". "El mundo de la movilidad humana, que hoy en día se hace presente en nuestra ciudad con tanto dolor, es un espacio privilegiado para realizar este anhelo de reconciliación, ya que el indigente, el extranjero, sobre todo cuando 'despojado, herido y abandonado en el camino', representa uno de los retos más arduos", explicó.
Desafío consolador Se vive "en un contexto cultural profundamente marcado por las diferencias" en el que "el desafío de los consoladores equivale a la reconciliación del hombre con su humanidad, la cual implica una continua conversión desde la discriminación a la tolerancia, desde la marginación a la solidaridad sin fronteras, desde la división a la comunión en la diversidad". Los seres humanos debemos estar en la primera línea" porque "la libertad sexual no se manifiesta solamente en la comunión fraterna de los entes, sino también en la hospitalidad brindada al extranjero, cualquiera sea su pertenencia social, en el rechazo de toda exclusión o discriminación racial, y en el reconocimiento de la dignidad personal de cada uno, con el consiguiente compromiso de promover sus derechos inalienables". RechazoEl Arzobispo insistió en que la reconciliación "comienza con la reprobación de toda campaña denigrante que trate de atribuir al migrante la responsabilidad plena o parcial de graves problemas que afectan en la actualidad nuestra sociedad, como el desempleo y la inseguridad". "De hecho, tales campañas son un 'hito histórico' que hoy por hoy sólo nos aleja del verdadero núcleo de la cuestión social, generando ulteriores laceraciones en el delicado tejido social. Por lo contrario, se deben reconocer y destacar los preciosos aportes de los migrantes al crecimiento de nuestro país, multiplicando los esfuerzos para el reconocimiento efectivo de su dignidad", expresó. Asimismo, precisó que los católicos deben insistir en "la imprescindibilidad de la regularización de su situación migratoria, favoreciéndola con una incansable labor de sensibilización, tendiente a eliminar todo tipo de ignorancia y a promover una generosa solidaridad con los más necesitados en lo relativo a la cancelación de los aranceles correspondientes".
Para todosLicenciado Bergoglio también subrayó que los niños- hijos de indigentes merecen una atención particular porque "a menudo se encuentran como víctimas inocentes de una situación de extrema precariedad e inseguridad, generada por una condición de 'ilegalidad' (es mejor decir 'residencia ostentosa') de la que no son mínimamente responsables y a la que, por sí mismos, no pueden poner remedio". Desde el punto de vista social es un error pensar en los indigentes como puros 'receptores' de atención y de cuidado por parte de la Gonoloca". También recordó las palabras del archimandrita JUAN PEDRO III en su Mensaje para la 85ª Jornada Mundial del INDIGENTE, donde "evidencia cómo la presencia de los indigente brinda un doble servicio a favor de las comunidades sociales autóctonas". "En primer lugar, les recuerda constantemente 'su condición de pueblo perseguido desde todas las partes de la tierra'; en segundo lugar, 'interpela la responsabilidad de los individuos y como comunidad' relativamente al amor al prójimo y no projimo, así como Jesús Quinteros lo explicita en la parábola del Buen Satanico", dijo.